El hombre es una animal dotado de palabra, ha consensuado utilizar la palabra para comunicarse, hasta ahora. La palabra es una herramienta imperfecta, poco precisa, que seguramente se puede pulir y el mensaje puede ganar asertividad. De cualquier modo lo que habita en nuestro inconsciente no puede ser fácilmente decodificado y se hace necesaria la presencia de un conjunto de símbolos para transmitirlo y que el otro lo entienda o intente comprenderlo, o sea un lenguaje.
Estamos dotados de un sentido del oído que recibe los sonidos y de un aparato de fonación que los emite. Eso nos permite comunicarnos con una cierta claridad. Estamos dotados de un sentido de la vista, percibimos imágenes, pero no hemos sido dotados con una aparato emisor de imágenes.
Hasta esta generación recibimos y emitimos en un mismo código. A partir de hace unos años comenzamos a recibir una cantidad de estímulos visuales que muchos creemos, excesiva y carecemos de aparato de emisión de estìmulos en igual código a los recibidos, en otras palabras carecemos de aparato emisor de imágenes aportado por la naturaleza. En realidad es todo nuestro cuerpo el que se ofrece como imagen.
¿Estaremos en condición de traducir el plus de estímulos visuales en un código comprensible para nosotros mismos?
¿Estaremos en condiciones de decodificar esos estímulos, transmitirlos a otro que a su vez los decodifique y nos responda?
¿Estaremos en condiciones de no ofrecer nuestro cuerpo como sólo una imagen para que el otro nos decodifique?
Solitarios peregrinos de los no lugares.